Un hecho reciente ha desvelado nuevamente la podredumbre que anida en las instituciones encargadas de velar por la ley. En Sevilla, un miembro del cuerpo de la Policia Nacional fue sorprendido robando drogas incautadas de los depósitos oficiales. El funcionario, valiéndose de su acceso a los alijos, sustituía cocaína y medicamentos por sustancias inservibles, hasta que un burdo error lo delató al dejar vitaminas en lugar de estupefacientes. La maniobra fue registrada por cámaras instaladas por Asuntos Internos.
Pese a la gravedad de los delitos —contra la salud pública, la justicia y la seguridad vial— la jueza de guardia ha decidido dejar en libertad al investigado, argumentando que no existe riesgo de fuga ni antecedentes penales. Este episodio muestra cómo, en un sistema en crisis, los guardianes del orden reproducen los mismos vicios que dicen combatir, protegiéndose con privilegios que niegan al pueblo trabajador.
Fuente de la noticia, eldebate.com
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