El actual apagón eléctrico revela la entrega sistemática de sectores estratégicos al capital privado, iniciada en 1988 por el PSOE con la venta parcial de Endesa y culminada por el PP en 1999 con la privatización total de Red Eléctrica (REDELA). Hoy, el Estado solo posee el 20% de esta empresa, mientras el resto está en manos de fondos especulativos como BlackRock, Vanguard, Morgan Stanley, JP Morgan, Merrill Lynch, bancos internacionales y grandes capitalistas como Amancio Ortega.
La reforma legal de 2022 limitó aún más la presencia pública. Entre 2011 y 2020, se generaron 60.000 millones en beneficios que no sirvieron al pueblo, sino que enriquecieron a empresas como Iberdrola, Endesa y Repsol.
Esta situación no es casual: antiguos presidentes como Felipe González y José María Aznar pasaron a ocupar puestos bien remunerados en esas mismas compañías, evidenciando la fusión entre poder político y capital. El pueblo paga, la oligarquía cobra.
Fuente de la noticia, insurgente.org
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