
El gobierno de EE.UU. presiona a Ryanair para sabotear la compra de aviones chinos, demostrando cómo las potencias capitalistas manipulan el mercado para mantener su dominio económico y tecnológico. Esta injerencia, típica del imperialismo, busca ahogar alternativas que desafíen su monopolio, protegiendo los intereses de sus corporaciones a costa de la soberanía y desarrollo de otras naciones.
La acción expone la naturaleza agresiva del capitalismo financiero, que recurre a la coerción en lugar de competir en igualdad. Mientras, las aerolíneas y los trabajadores enfrentan limitaciones impuestas por un sistema que prioriza el control geopolítico sobre las necesidades populares.
La lucha por la independencia económica y tecnológica sigue siendo clave frente a estas prácticas neocoloniales.
Fuente de la noticia, mpr21.info.
Foto < mpr21.info >
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