El Reino Unido atraviesa una grave crisis económica que revela los límites de un sistema basado en la especulación y en la sumisión a los dictados del capital financiero. El gobierno laborista enfrenta un déficit que supera los 50.000 millones de libras, mientras los pagos de intereses de la deuda alcanzan cifras desorbitadas.
Con una carga de deuda de 2,7 billones de libras, la situación recuerda a la crisis de 1976, cuando el país fue obligado a pedir auxilio al FMI, lo que derivó en recortes contra el pueblo.
Hoy, el riesgo de no poder garantizar pensiones y prestaciones sociales vuelve a estar sobre la mesa, mientras el gasto militar y el apoyo a la guerra en Ucrania siguen drenando los recursos públicos. La represión interna y la subordinación a la OTAN profundizan la deslegitimación de un gobierno que defiende intereses ajenos al pueblo.
Fuente de la noticia, mpr21.info
Foto < mpr21.info >
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