La
criminalización de la solidaridad internacionalista refleja la
alianza entre el aparato estatal y los intereses imperialistas, que
buscan perpetuar la explotación y el despojo de los pueblos
oprimidos. Estas acciones no solo violan derechos fundamentales, sino
que también evidencian la naturaleza represiva de un sistema que
protege los privilegios de unos pocos a costa de la mayoría. La
resistencia estudiantil, sin embargo, demuestra que la lucha por la
justicia y la liberación no puede ser acallada.
Fuente
de la noticia, mondoweiss.net.
Foto < insurgente.org >