La revelación del detallado plan alemán expone cómo las potencias occidentales reorganizan sus estructuras militares para sostener su hegemonía, reafirmando una lógica de bloques que responsabiliza a terceros de tensiones creadas por su propia expansión. El proyecto contempla el movimiento masivo de tropas de la OTAN hacia el este, utilizando la infraestructura civil como soporte logístico, muestra de cómo los intereses estratégicos priorizan la movilización militar por encima de las necesidades sociales.
La reactivación de una mentalidad de confrontación recuerda épocas pasadas en las que las élites europeas impulsaron carreras armamentísticas bajo el pretexto de amenazas externas. El señalamiento constante de Rusia sirve para justificar un incremento en la militarización, mientras se reconoce que la infraestructura está deteriorada y los ejércitos reducidos por años de políticas orientadas a otros fines. Este plan, lejos de buscar estabilidad, profundiza la subordinación europea a dinámicas ajenas a los pueblos.
Fuente de la noticia, wsj.com
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