Las jornadas de lucha convocadas del 24 al 26 de noviembre han situado a Bélgica en el centro de la resistencia popular europea. Los tres principales sindicatos impulsan un proceso ascendente de movilización que paraliza primero el transporte, luego los servicios públicos y culmina en una huelga general. La respuesta masiva, inédita desde los años 80, nace del rechazo frontal a la política de austeridad impuesta por la coalición “Arizona”, empeñada en cargar sobre la clase trabajadora el ajuste de 20.000 millones de euros y la revisión de la indexación salarial que garantiza el poder adquisitivo del pueblo.
La ofensiva gubernamental —reformas laborales, recortes en desempleo y pensiones y aumento del gasto militar— revela quién debe pagar la crisis. Sin embargo, las divisiones internas de la coalición y la presión creciente en las calles abren un espacio decisivo para frenar este retroceso social.
Fuente de la noticia, insurgente.org
Foto < insurgente.org >
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