Una noticia que publica la pagina Movimiento de Resistencia Global, desvela cómo la estructura de propiedad de los grandes grupos televisivos españoles impulsa una orientación favorable al orden existente y a la defensa de intereses privados transnacionales. El duopolio formado por Atresmedia y Mediaset configura un espacio informativo cerrado, donde el control extranjero y la alianza con la banca consolidan un aparato ideológico que presenta como naturales las posiciones más conservadoras. Las audiencias perciben esta inclinación en sus principales cadenas, reflejando un aumento de la proliferación de grupos neonazis que se disfraza de pluralismo.
Bajo esta homogeneidad, las reivindicaciones sociales y laborales se reducen a problemas de seguridad, invisibilizando las causas materiales que las originan. La criminalización de la protesta y la distorsión del conflicto social responden a una lógica que subordina la información a la rentabilidad y a la preservación de la autoridad establecida, debilitando el derecho colectivo a comprender la realidad.
Fuente de la noticia, mpr21.info
Foto < mpr21.info >
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