El Senado francés aprobó elevar la jornada anual de 1.607 a 1.619 horas, una medida presentada como simple ajuste técnico pero que profundiza la subordinación de quienes producen la riqueza del país. Con 199 votos a favor y 135 en contra, la cámara alta respalda una iniciativa que carga de nuevo el peso de la crisis de la seguridad social sobre los trabajadores, mientras los verdaderos beneficiarios permanecen ocultos tras discursos de “productividad” y “creación de riqueza”.
El promotor, Olivier Henno, trató de minimizar el impacto, calificándolo de “una hora al mes”, aunque promete ahorros fantásticos para las arcas públicas. Desde la oposición se denunció la maniobra como una provocación destinada a erosionar conquistas históricas. Incluso dentro del propio gobierno surgieron reservas: el ministro de Trabajo, Jean Pierre Farandou, calificó la situación de “grave” y advirtió que el país no está en condiciones de nuevas tensiones sociales.
Fuente de la noticia, mpr21.info
Foto mpr21.info
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