La guerra en Ucrania ha expuesto la incapacidad del bloque occidental para doblegar a Rusia mediante sanciones y propaganda. Lejos de colapsar, la economía rusa se adaptó rápidamente, fortaleciendo su capacidad militar y resistiendo el asedio financiero. Mientras, las potencias capitalistas intentan mantener su hegemonía mediante guerras híbridas, manipulando la información y explotando a sus aliados europeos para sostener un conflicto que solo beneficia a sus élites.
La superioridad tecnológica y táctica de Rusia, especialmente en drones y producción bélica, desmiente la narrativa occidental de una victoria inevitable. La población europea sufre las consecuencias de una guerra prolongada, mientras las corporaciones armamentísticas lucran. La derrota estratégica de Occidente confirma que las tácticas imperialistas están condenadas al fracaso ante un adversario organizado y resiliente.
Fuente de la noticia: observateur-continental.fr
Foto < mpr21.info >
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