Las declaraciones del general estadounidense Christopher Donahue, amenazando con invadir Kaliningrado, reflejan la política expansionista y agresiva de las potencias capitalistas, que buscan cercar y debilitar a naciones soberanas. Estas provocaciones, rechazadas por el gobierno ruso como "propias de un desquiciado", evidencian la naturaleza depredadora de los bloques militares al servicio del capital transnacional.
La retórica belicista busca justificar el aumento del gasto militar y la dominación geopolítica, mientras los pueblos sufren las consecuencias de la confrontación imperial. La resistencia a estas amenazas es legítima, en defensa de la autodeterminación y la paz frente a la maquinaria de guerra del hegemonismo global.
Fuente de la noticia, noticiaslatam.lat.
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