El prolongado cierre del gobierno estadounidense ha puesto al descubierto la fragilidad del sistema económico y social del país. Más del 77 % de la población teme que aumente el hambre ante la suspensión del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, del cual dependen unos 42 millones de personas. La interrupción de estos fondos, resultado del estancamiento político entre las élites del poder, golpea especialmente a los sectores más pobres: el 75 % de los beneficiarios del programa vive bajo el umbral de la pobreza.
Mientras las corporaciones y la clase dirigente mantienen sus privilegios, millones de trabajadores deben recurrir a bancos de alimentos y ayuda benéfica para subsistir. El cierre gubernamental, además, ha paralizado servicios públicos, generado desempleo y profundizado la desigualdad social, evidenciando la crisis estructural del modelo capitalista y su incapacidad para garantizar derechos básicos al pueblo.
Fuente de la noticia, hispantv.com
Foto < hispantv.com >
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