Durante el primer trimestre del año, el número de personas desempleadas en España aumentó en 193.700, alcanzando una tasa de paro del 11,36%, en el peor inicio de año desde 2013. Además, se destruyeron 92.500 puestos de trabajo. Estos datos evidencian una vez más la profunda contradicción entre las necesidades de la mayoría trabajadora y el funcionamiento del modelo económico vigente, basado en la obtención de beneficios privados en lugar de la satisfacción de las necesidades sociales.
La inestabilidad laboral, inherente a la lógica del capital, muestra su rostro más crudo al dejar en el desempleo a cientos de miles de personas, demostrando que bajo este orden no puede garantizarse ni el derecho al trabajo ni la dignidad para las masas populares. La tendencia actual confirma la urgencia histórica de una transformación radical del sistema que ponga al ser humano en el centro de la vida económica.
Fuente de la noticia agencias.
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