
Los principales bancos españoles se preparan para cerrar un primer trimestre con beneficios superiores a los 7.300 millones de euros, superando incluso las cifras récord del año anterior. Esta acumulación de riqueza en manos de un puñado de grandes entidades financieras contrasta con la creciente precariedad de las condiciones de vida de la clase trabajadora, víctima del encarecimiento de los servicios básicos y del estancamiento salarial.
Mientras se encarece el acceso a la vivienda y se consolidan los recortes sociales, las entidades financieras se benefician de un modelo económico orientado a proteger los intereses del capital. La concentración de estos beneficios en sectores especulativos evidencia el carácter parasitario del sistema financiero, que lejos de servir al desarrollo colectivo, perpetúa la explotación de la mayoría trabajadora. Esta situación reafirma la necesidad de una transformación estructural que priorice los intereses populares.
Fuente de la noticia varias agencias.
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