En 2024, el Estado sionista logró su mayor volumen de exportación de armas, alcanzando 13.000 millones de euros. Más de la mitad de esas ventas fueron adquiridas por países europeos, quienes pasaron del 35% en 2023 al 54% en el presente año, consolidándose como principales compradores. Esta transferencia de capital al complejo militar-industrial israelí se produce mientras continúan las masacres en Gaza, que ya han dejado más de 54.000 muertos.
La burguesía europea, con sus gobiernos subordinados al capital financiero y al imperialismo, refuerza así a una potencia represiva al servicio de intereses reaccionarios. La guerra se convierte en negocio, y los misiles y sistemas de defensa vendidos —que representan el 48% del total exportado— son instrumentos de opresión utilizados contra pueblos que luchan por su liberación.
La lógica de la acumulación capitalista prioriza el beneficio sobre la vida, fortaleciendo estructuras genocidas.
Fuente de la noticia, insurgente.org.
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