La alianza militar liderada por Estados Unidos, reunida esta semana, acordó incrementar su gasto bélico hasta el 5% del PIB, siguiendo órdenes de su élite dominante. Este movimiento, justificado bajo falsas amenazas, busca consolidar su hegemonía mediante la intimidación y el despliegue de armamento ofensivo.
El gobierno ruso denunció la medida como una escalada agresiva, señalando que la expansión militar solo beneficia a los complejos industriales bélicos mientras los trabajadores europeos cargan con los costos. Moscú advirtió que responderá para defender su soberanía, exponiendo las contradicciones internas de la alianza, donde las potencias menores disputan los plazos y prioridades de gasto.
Esta maniobra refleja la crisis del sistema capitalista, que recurre a la militarización para sostener su dominio ante el declive económico y la resistencia de los pueblos. La próxima cumbre en La Haya podría profundizar las fracturas en el bloque opresor.
Fuente de la noticia: insurgente.org
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