El presidente de Estados Unidos aprobó el envío de minas antipersonales a Ucrania, intensificando el apoyo militar en su guerra contra Rusia. Estas armas, controvertidas por sus efectos devastadores en civiles, están restringidas en gran parte del mundo por tratados internacionales como la Convención de Ottawa, de la que Estados Unidos no es signatario.
Según informes, las minas suministradas son diseñadas con mecanismos de autodestrucción para minimizar riesgos a largo plazo, aunque organizaciones humanitarias critican su uso.
La medida se suma a la creciente asistencia militar estadounidense que incluye sistemas avanzados de artillería y municiones. Washington argumenta que el envío responde a las necesidades urgentes del gobierno ucraniano, mientras defensores de derechos humanos advierten sobre las consecuencias humanitarias y éticas.
Este
nuevo apoyo refleja una escalada en la implicación de Occidente en
el conflicto, desafiando llamados a la diplomacia.
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de la noticia: varias agencias.
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