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Una serie de reglas secretas del FBI permiten a este organismo de los EEUU, espiar fácilmente a periodistas y obtener sus agendas telefónicas sin necesidad de una orden de un juez, de acuerdo a documentos obtenidos por el semanario The Intercept.
De acuerdo a los documentos, el Buró de Investigaciones debe solamente presentar una carta a la Seguridad Nacional, y recibir la habilitación del consultor general del FBI y del vice director ejecutivo de la División Seguridad.
En la práctica, el FBI sólo debe demostrar que la consulta de la agenda de contactos del periodista es relevante para una investigación de seguridad nacional.
Todo esto se facilita aún más si el periodista en cuestión está sospechado de ser un espía o de formar parte de una red periodística “asociada a un servicio de Inteligencia extranjero” o de “actuar por cuenta de una potencia extranjera”.
Es una informacion de www.librered.net
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