La noche del lunes 1, Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia, fue escenario de violentas manifestaciones en protesta por la victoria electoral del partido fascista Rassemblement National (RN). Los manifestantes levantaron barricadas y lanzaron proyectiles, lo que causó disturbios significativos en el centro de la ciudad.
La policía respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a la multitud. En París, miles se congregaron en la plaza de la República contra el fascismo tras los resultados de las elecciones legislativas anticipadas.
También hubo protestas en Niza por militantes antifascistas. Este clima tenso refleja una crisis política y económica prolongada en Francia, destacando el fracaso de Macron.
La crisis no se limita a Francia, ya que otras potencias imperialistas enfrentan un fenómeno similar, con el desmoronamiento de los partidos tradicionales. La “extrema derecha” es consecuencia de esta crisis, no su causa.
Fuente de la información: mpr21.info
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