La Vuelta Ciclista a España vio interrumpida su última etapa en Madrid este 14 de septiembre, cuando miles de manifestantes salieron a las calles para denunciar la presencia del equipo Israel-Premier Tech en la competición. Las protestas, centradas en la solidaridad con el pueblo palestino y contra la barbarie genocida del sionismo en Gaza, desbordaron el fuerte dispositivo policial desplegado en la capital.
Las vallas fueron derribadas, se registraron enfrentamientos y la carrera se detuvo a falta de 56 kilómetros para la meta. La represión dejó decenas de agentes contusionados y varias detenciones.
Ante la imposibilidad de garantizar la seguridad, la organización decidió cancelar el recorrido final, proclamando campeón al danés Jonas Vingegaard. El episodio refleja cómo la lucha de los pueblos oprimidos irrumpe incluso en escenarios deportivos, desenmascarando la complicidad de los grandes espectáculos con intereses ajenos a las mayorías.
Fuente de la noticia, Varias Agencias
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