El imperialismo sionista ha vuelto a mostrar su verdadero rostro de barbarie. Un bombardeo israelí contra Saná segó la vida del Primer Ministro yemení, Ahmed Al Rahawi, junto a varios dirigentes huthíes. El ataque, dirigido con precisión a espacios civiles y gubernamentales, refleja la estrategia de terror empleada para quebrar la resistencia del pueblo yemení, que ha demostrado dignidad en su enfrentamiento contra la opresión extranjera.
La muerte de Al Rahawi, un dirigente con funciones más administrativas que militares, evidencia que la ofensiva no distingue entre combatientes y autoridades civiles. Con el respaldo abierto de Estados Unidos y la complicidad de sus aliados, Tel Aviv busca descabezar al gobierno huthí y garantizar el control de rutas estratégicas como el Mar Rojo. Sin embargo, la respuesta de Ansarollah demuestra que los pueblos no se doblegan fácilmente ante el poderío militar de sus verdugos.
Fuente de la noticia, mpr21.info
Foto < mpr21.info >
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