
El ejército ruso ejecutó un ataque de precisión contra un restaurante en Krivoí Rog, donde se reunían altos mandos ucranianos con instructores occidentales. Según el Ministerio de Defensa ruso, el operativo causó 85 bajas enemigas, incluidos oficiales extranjeros, y destruyó una veintena de vehículos. Esta acción se enmarca en la respuesta legítima de Rusia a los bombardeos ucranianos sobre objetivos civiles, dirigidos por la OTAN en su guerra indirecta contra Rusia.
Moscú ha intensificado los ataques contra bases de entrenamiento, arsenales y centros logísticos del ejército ucraniano, como se evidenció en marzo en Novomoskovski, donde un ataque con misiles Iskander-M mató a 150 militares, incluyendo 30 instructores extranjeros. La ofensiva del 23 de febrero también alcanzó posiciones estratégicas del ejército ucraniano en 142 distritos.
Esta confrontación no es entre naciones, sino entre el imperialismo occidental y las fuerzas que lo resisten.
Fuente de la noticia, mpr21.info.
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