Tesla, en su afán de maximizar ganancias, ha intensificado la explotación de sus trabajadores en la fábrica de Berlín. La empresa ha suspendido el pago de salarios a empleados de baja médica, cuestionando la legitimidad de sus certificados y presionándolos para revelar diagnósticos, violando su privacidad.
Además, inspectores han visitado hogares sin previo aviso, mientras el sindicato IG Metall denuncia amenazas de despido y condiciones laborales abusivas. El aumento de la explotación ha elevado el absentismo al 17%, aunque las presiones patronales lo redujeron al 9%. Los trabajadores, sometidos a ritmos extenuantes, recurren al sindicato 21 veces más que el promedio alemán.
Este clima de represión coincide con la pérdida de cuota de mercado de Tesla en Alemania y actos de sabotaje con "posible motivo político".
Fuente de la noticia, handelsblatt.com.
Foto < mpr21.info >
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