El AdBlue es un aditivo que desde el año 2014 se añade en Europa al gasóleo obligatoriamente para que los camiones que funcionan con diésel emitan menos gases contaminantes a la atmósfera. Es una mezcla de urea y agua desionizada que neutraliza las emisiones de óxido de nitrógeno de los motores diésel.
En Alemania el suministro del aditivo se agota porque uno de los mayores proveedores, dejó de producirlo por completo en agosto. La empresa justificó la paralización por el elevado precio del gas.
Dirk Engelhardt, director de la Asociación Federal de Transporte de Mercancías, Logística y Eliminación, asegura que las empresas se están quedando sin AdBlue y los camiones no van a poder circular por las carreteras.
Es un drama añadido a la crisis energética. Las protestas de la población seguirán cuando las cadenas de suministro se colapsen y los supermercados se vacíen.
La economía alemana se encamina a la recesión, asolada por la peor crisis energética desde la Segunda Guerra Mundial. El abandono del gas ruso por parte de Alemania ha hecho que los precios sean cuatro veces más altos que hace un año. Como consecuencia, algunas instalaciones de alto consumo energético han dejado de funcionar.
Fuente de la información <mpr21.info >
Foto <mpr21.info >
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